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Colaborador@s

J ALFONSO MOLINA MORENO

Alfonso
hojas derecha

Lo primero que me vino a la cabeza al enfrentarme al papel en blanco y empezar esta biografía, fue enumerar toda mi formación académica, tanto como enfermero, como sobre mi formación como especialista en técnicas gestalticas. Siempre, desde que recuerdo, me preocupó el cuidado del cuerpo y el alma.

Pero me pareció más comprometido profundizar en mi proceso de auto-conocimiento con todo lo que me ha traído la vida… primero como hijo, luego como padre, como hermano y también como compañero, pareja, amigo y la relación conmigo mismo y el mundo.

Comencé mi proceso personal en el mundo terapéutico en un momento de mi vida de gran confusión, de gran desorientación hace ya bastantes años.

Hasta ese momento, mi “terapia” estaba en la naturaleza, en contacto con ella. Salir al campo, a la montaña, estar cerca del mar… era lo que me orientaba en la vida. Hasta que esto no fue suficiente y decidí comenzar un proceso terapéutico y de conocimiento interior que dura hasta hoy. El comenzar a darme cuenta que el responsable de mi vida era yo mismo y no los demás, marcó un punto y aparte y un nuevo comienzo de cómo estar en el mundo. Desde este momento, a la pasión por la naturaleza, uní la pasión de conocer mi interior, de “CONOCERME” y, más tarde, el querer acompañar a otras personas en este viaje de desarrollo personal.

Por mi profesión, siempre he estado acompañando a otras personas en su proceso de pérdida de la salud y en su recuperación. Me interesaba en cómo ésta pérdida de salud les afectaba más allá de lo físico, en lo emocional, en lo espiritual…

Todo este camino me ha llevado a querer facilitar el acompañamiento a otras personas que lo necesiten y quieran comenzar su proceso de crecimiento personal, una pasión que sigo cultivando y cuidando hoy. 

 

Mi trayectoria formativa:

MARÍA SPACCAROTELLA GARCÍA

Maria
hojas derecha

Una vez escuché decir a una de mis maestras que “en el vínculo se enferma y en el vínculo se sana”. Comprender el sentido de esta frase, con todo lo que conlleva, ha sido de una potencia y profundidad muy grandes para mí.

Siempre consideré haber tenido una infancia feliz, una vida común, sin grandes dramas, ni sobresaltos. Sin embargo, ya siendo adulta, notaba que había determinadas cosas en mi vida que no era capaz de vivir y gestionar como deseaba y, sobre todo, que me hacían sufrir.

Desde ahí comencé un viaje de autodescubrimiento que por aquel entonces no imaginaba el cambio tan importante que supondría a nivel interno. Descubrir la libertad que da la

conciencia, la capacidad de amar que tenemos las personas y también cómo podemos llegar a cerrar nuestro corazón, ha supuesto poder encontrar la forma de estar en el mundo que andaba buscando y que, entre otras cosas, me aportó la Gestalt.

Y es que mi sensibilidad e interés por lo humano puedo reconocerlos desde chica, y esto me ha llevado a recorrer un camino siempre cercano a la ayuda y el apoyo de personas y grupos. En un primer momento desde una perspectiva más social, cuando creía que era posible cambiar el

mundo. Más tarde desde lo educativo y formativo, creyendo que esta era la base, donde se gestaba todo cambio. Y finalmente comprendiendo que el verdadero cambio empieza dentro de cada uno y cada una, yendo a cuidar y sanar, con mimo, fuego lento y mucho respeto, donde nos lleve nuestro cuerpo y nuestra intuición. Una especie de sabiduría interna, que a mí misma me sirvió de guía en mi propio proceso, al principio sostenida por aquellas personas, terapeutas y maestras que me acompañaron y que yo ahora agradezco tener el honor de sostener para otras personas buscadoras que tratan de hallar algo de luz en su camino.

Desde ahí, puedo acompañarte.

Mi trayectoria formativa: